El primer año de Tekken 8 se ha visto empañado por un problema de trampa persistente y creciente. A pesar de las quejas de los jugadores y la evidencia, la respuesta de Bandai Namco ha sido insuficiente, dejando un juego limpio amenazado en los modos en línea.
Poco después del lanzamiento, surgieron videos que exhibieron jugadores que exhiben hazañas sobrehumanas, bloques de marco y saltos instantáneos, indicadores claros de software de terceros o uso macro, pero estas acciones permanecen impunes.
Más allá de hacer trampa, los problemas técnicos significativos desestabilizan aún más el juego. Los ocasionales ataques desbloqueables de Yoshimitsu y las fallas del sistema defensivo, junto con los métodos para lanzar de manera artificial, agravar el problema, lo que hace que el juego competitivo sea frustrante.
Figuras comunitarias como Mike Hollow y Blackheart59 recientemente expusieron una red de trampas que distribuye abiertamente programas para esquivas automatizadas, bloques combinados e incluso evitación de pérdidas. Estos jugadores continúan participando en partidos clasificados con impunidad, a pesar del conocimiento público.
Desactivar el juego cruzado en consolas ofrece una solución relativamente más segura, aunque imperfecta. Sin embargo, el "Pitufo", utilizando cuentas secundarias para explotar a los jugadores menos experimentados, y el control de la explotación de errores sigue siendo frecuente.
Mientras que Bandai Namco ha anunciado la segunda temporada de Tekken 8 para abril, una estrategia concreta contra el trato permanece ausente. La comunidad preocupa que los nuevos DLC y los cosméticos eclipsen los problemas críticos en línea, lo que potencialmente conduce a un éxodo masivo de jugadores y pone en peligro la salud a largo plazo del juego.