Capitán América: Brave New World deja a los espectadores con varias preguntas persistentes. Esta entrada de MCU, mientras muestra a Sam Wilson de Anthony Mackie como el nuevo Capitán América, se queda corto en varias áreas clave, dejando al público con una sensación de incompletitud.
The Falling Hulk: La película se basa directamente en los eventos deThe Incredible Hulk, pero omite notablemente el Banner Bruce de Mark Ruffalo. Dados los puntos de la trama de la película directamente relacionados con la radiación gamma y el regreso de Samuel Sterns (el líder), la ausencia de Banner es deslumbrante e inexplicable, creando un agujero de trama significativo. Su experiencia y conexión con el conflicto central habría justificado lógicamente su inclusión.
El líder decepcionante: Samuel Sterns de Tim Blake Nelson, ahora el líder, carece de la brillantez estratégica que se espera de tal villano. Sus acciones parecen miopes, particularmente su autoinforme, socavando su interpretación como una mente maestra. Sus motivaciones parecen limitadas a la venganza personal contra el presidente Ross, sin capitalizar su vasto intelecto y las implicaciones más amplias de sus acciones.
La inconsistencia de Red Hulk: La representación de la película de Red Hulk (presidente Ross) se desvía significativamente de la versión de cómics. En lugar de un adversario tácticamente astuto e inteligente, el Hulk rojo del MCU se representa como un monstruo de ira sin sentido, reflejando las primeras representaciones del Hulk verde. Esta oportunidad perdida para mostrar una variante única de Hulk es decepcionante.
Inconsistencias en el combate: La invulnerabilidad de Red Hulk a las balas es contradicha por la capacidad del Capitán América de herirlo con cuchillas de vibranium. Si bien las propiedades superiores de Vibranium proporcionan una explicación plausible, plantea preguntas sobre la consistencia de los niveles de potencia dentro del MCU.
El inesperado cambio profesional de Bucky: La aparición repentina de Bucky Barnes de Sebastian Stan como un político aspirante se siente discordante e inexplicable. Sus acciones pasadas y rasgos de personalidad parecen incongruentes con una carrera política, dejando este punto de la trama sintiéndose agregado.
El rencor inexplicable de Sidewinder: El Sidewinder de Giancarlo Esposito alberga un odio profundamente arraigado por el Capitán América, una motivación que permanece inexplicada. Este conflicto no resuelto deja un significativo colgante de hilo de la trama, aunque las apariciones futuras pueden ofrecer aclaraciones.
La inclusión innecesaria de Sabra: Ruth Bat-Seraph de Shira Haas, un personaje adaptado de los cómics, se siente subutilizado y finalmente tiene poco propósito en la narrativa. Su adaptación de los cómics elimina los elementos clave, dejándola un personaje algo genérico.
El significado incierto de Adamantium: La introducción de Adamantium como MacGuffin impulsa la trama pero carece de implicaciones a largo plazo. Si bien se anticipa su conexión con Wolverine, su impacto más amplio en el futuro del MCU sigue sin estar claro.
La ausencia continua de The Avengers: La película toca la necesidad de un nuevo equipo de los Vengadores, pero no avanza significativamente hacia su formación. La falta de bases significativas para un futuro equipo de Avengers, especialmente con Avengers: Doomsday que se acerca, es preocupante.
Estas preguntas sin respuesta y aspectos subdesarrollados contribuyen a una sensación de decepción, dejando Capitán América: Brave New World se sienten menos impactantes de lo previsto. El enfoque de la película en los arcos de personajes individuales eclipsa el potencial de una narrativa más grande y más cohesiva dentro del MCU más amplio.
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¿Debería Captain America: Brave New World ha incluido más personajes de Avengers? Aquí se necesita una encuesta para medir la opinión de la audiencia.